Las raíces de la etiqueta Swiss Made se remontan a 1917 para representar el conocimiento suizo. Es un símbolo de calidad, seguridad, autenticidad y fiabilidad para empresas y consumidores.
CRITERIOS ESTRICTOS PARA REPRESENTAR LA ETIQUETA
"Swiss made" es una etiqueta que no sólo indica el origen suizo de la fabricación de un reloj. Para ser certificado, el reloj debe estar equipado con un movimiento suizo, sabiendo que la carcasa y el control final deben ser fabricados en Suiza. El 60% del valor añadido, incluidos los componentes, debe producirse en Suiza.
Además de los criterios que figuran en el reloj, el movimiento debe cumplir ciertos criterios. Debe haber sido ensamblado y controlado en Suiza. Los componentes del movimiento deben ser al menos un 50% de fabricación suiza.
Estos criterios están definidos por un orden determinado por la Federación de Relojería Suiza. Reúne a más de 500 miembros que son fabricantes suizos de relojería.
EL RESERVOIR RELOJES, PORTADORES DE LA ETIQUETA
Las colecciones RESERVOIR colecciones dan testimonio de un conocimiento relojero único que responde a las más estrictas exigencias profesionales. De hecho, los relojes se fabrican a mano y se ensamblan en Suiza, en La Chaux-de-Fonds, respetando el trabajo artesanal. La ciudad de La Chaux-de-Fonds, metrópolis relojera, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La ciudad ha sido formada por y para la actividad relojera. Desde hace más de 100 años, es el centro mundial de la relojería. Así, encontramos el Museo Internacional de la Relojería, dedicado a la historia de la medición del tiempo.
De hecho, su objetivo es adquirir y exponer objetos y archivos relacionados con la historia de la relojería. El rigor de los controles y la atención prestada a cada detalle permiten RESERVOIR exhibir la etiqueta Swiss Made, reflejo de la calidad relojera conseguida a través de un módulo patentado de 124 componentes.